¿Qué Es Un Protector Hepático?
Un Protector Hepático es un suplemento nutricional que se encarga de proteger nuestro hígado. El hígado es un órgano imprescindible sin el cual no podríamos vivir. Tiene un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas.
Además, desintoxica nuestro cuerpo de diferentes sustancias dañinas, y se encarga de almacenar vitaminas, minerales y glucógeno.
También tiene una función importante en nuestro sistema inmunológico o de defensas.
Los entrenamientos de alta intensidad, las bebidas alcohólicas y ciertos medicamentos puede deteriorar el hígado, por eso es necesario el uso de un protector hepático que ayude a restaurarlo.
Existen varias plantas que contienen sustancias que protegen el hígado, como el cardo mariano, la schisandra chinensis, la alcachofa, el boldo y el rábano negro.
Además, de las algas verde-azuladas del género Arthrospira se extrae un compuesto que es un protector hepático. Y el aminoácido no esencial L-Cisteína con azufre por su parte también protege el hígado.
Propiedades De Un Protector Hepático
Obviamente la característica principal de un protector hepático es su función de evitar daños al hígado, y de reparar las lesiones que se produzcan en este órgano.
Sin embargo, adicionalmente un protector hepático posee otras propiedades que vale la pena mencionar:
- Reducen el nivel de azúcar en la sangre.
- Bajan los niveles del llamado colesterol malo o LDL.
- Disminuyen significativamente los niveles de la lipoproteína A.
- Poseen un potente efecto antioxidante.
- Estimulan nuestro sistema inmunológico.
- Se encargan de controlar la presión arterial.
- Algunos protectores hepáticos son queladores de metales pesados.
- Colaboran en la formación de glutatión.
- Estimulan la función digestiva al incrementar la secreción de la bilis por la vesícula.
- También tienen una acción diurética.
- Hay algunos que sirven como sedantes del sistema nervioso.
- Se encargan de aportar las vitaminas B y C, y los minerales calcio, potasio, magnesio, yodo y azufre a nuestro organismo.
Con respecto al protector hepático que se extrae del cardo mariano, contiene una sustancia llamada silimarina.
Mientras el que proviene de la Schisandra chinensis, contiene los compuestos químicos schizandra, deoxys lizandrina, gomisinas y pregomisina.
A su vez la sustancia química que contiene la alcachofa que protege el hígado se llama luteolina.
Por último, las hojas del boldo contiene el compuesto químico boldina que es un protector hepático.
¿Para Qué Se Usa Un Protector Hepático?
Las funciones de un protector hepático se extienden a varios órganos y nos permiten lograr un mejor rendimiento físico. Su uso primordial es el de evitar el daño hepático producido por el sobreentrenamiento.
Por su acción antioxidante también destruyen eficazmente los radicales libres que podrían atacar nuestros músculos.
Protegen nuestro sistema cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades del corazón.
Se encarga de desintoxicar nuestro cuerpo de metales pesados que nos envenenan. Pero además protege tanto al hígado como a los riñones de ciertos medicamentos antivirales, analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios.
Los protectores hepáticos forman parte del tratamiento de la cirrosis, la hepatitis, el hígado graso, y el envenenamiento hepático. También colaboran en casos de litiasis o piedras en los riñones y la vesícula. Pueden ayudar a disminuir el riesgo de embolia cerebral.
¿Cuándo Es Más Recomendable La Ingesta De Un Protector Hepático?
No existe un momento ideal para consumir un protector hepático. Nuestra recomendación es que sigas las instrucciones de uso del que tú elijas.
Hay quienes toman el protector hepático con las comidas, algunos lo ingieren antes de comer y otros incluso después de las comidas.
Finalmente…
Si sobreentrenas constantemente, si consumes bebidas alcohólicas con regularidad y si dependes de ciertos medicamentos que sobrecargan tu hígado…
Es mejor prevenir que lamentar.
¡Definitivamente necesitas un protector hepático!
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